Me parece mentira.
Han pasado 3 años y casi 4 meses desde que di el paso necesario para hacer un cambio más que necesario en mi vida. Y aunque estos 3 años han sido un proceso duro, intenso y doloroso en muchos momentos, ha merecido la pena, tanto por mi crecimiento personal, como por todos aquellos que me han acompañado en el proceso, y que quedan en mi corazón para siempre.
Y aunque este proceso ha tenido un inicio, y hoy tiene su fin, el cambio sigue, pues la vida está llena de cambios, decisiones, momentos buenos y malos, y además, tengo las herramientas que necesito pues aún tengo que aprender muchas más cosas de misma.
Es curioso, porque he cambiado mucho, y a la vez sigo siendo yo, quizá ahora más que nunca. Hace 4 años ni se me hubiera pasado por la cabeza, tener los sueños que tengo ahora mismo, haber tomado las decisiones que he tomado en este tiempo, enfrentarme a los miedos a los que me he enfrentado, y en resumen, vivir y disfrutar la vida como lo hago ahora.
He descubierto lo que quiero y a quien quiero a mi lado, y aunque me entristece haberme dado cuenta de que algunos a los que llamaba amigos, se han caído en el camino, me alegra saber que los que tengo ahora, son los de verdad.
Luchar por una vida que pensaba que no tenía más que lo que había conseguido hasta el momento, y ahora tengo la sensación de que le faltan días al año para hacer todo lo que quiero hacer.
Me alegra saber que aunque, en mis momentos de mayor ceguera, pensaba que mi familia no estaba de mi lado (típico pensamiento de rabia en un momento de dolor), se que está ahí, aunque no opinen como yo, aunque no me digan lo que quiero escuchar, me dicen lo que creen que debo saber, y me apoyan en mis decisiones, que es más de lo que muchos tienen, y lo que más valor tiene.
Y por último, habiendo cambiado quizá mis prioridades, sigo luchando por lo que sueño, y por aprender a vivir, que no es poco.
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