sábado, 25 de diciembre de 2010

Feliz Navidad

<< Reflexión personal >>

Vaya racha. Después de muchas navidades con un extraña sensación de vacío, de soledad aun rodeada de mi familia a la que adoro. Un gran espíritu navideño que se venía abajo, cuando los abrazos implicaban esconder lágrimas.

Pero estas navidades son diferentes. No tenía muchas ganas de fiesta hasta hace muy poco. En unos días se ha despertado en mí la ilusión y la esperanza por una fecha. Más que por una fecha por un cambio. Esta vez va a ser diferente, porque yo soy diferente, me siento así.
El año que termina ha sido un año de muchos cambios por fuera y por dentro, y todos a mejor.

¿Cambios con respecto a mi misma antes? Muchos y ninguno. Solo soy yo, pero ahora me reconozco y empiezo a aceptarme, lo cual no me ha resultado nada fácil.
No es fácil reconocer que parte de mi era realmente mía, y cual era producto de la necesidad de satisfacer lo que la gente esperaba de mi. Ser la hija, la hermana, la amiga, la novia perfecta, olvidándome de ser yo.

Así llegué a un estado de tensión interna, de conflicto, que me impidió seguir incluso con lo más básico de mi vida. Ya no solo dejar mis estudios, enfrentarme a mi familia, alejarme de mis amigos... Incluso dejar de cuidar mi salud.

Mucho tiempo, muchos sofocones, darme cuenta de errores, de comportamientos involuntarios que me perjudicaban, y corregir algunos de ellos ha sido muy doloroso (y lo sigue siendo).

Pero al menos me he dado cuenta de lo más importante: no va a valer de nada quedarme encerrada en mi oscuridad, las excusas solo llevan a darle más vueltas a pensamientos inútiles que solo frenan mi avance, mi crecimiento. Solo yo voy a salir, si me pongo en pié, disperso los nubarrones, y empiezo a caminar.

Cuando se vuelve a la luz, cuando se vuelve a caminar, hay dos aspectos, uno bueno, y uno malo. El malo es ver el tiempo perdido, ves como ha avanzado todo a tu alrededor, mientras tu te quedabas parada con los ojos cerrados, lamentándote sin hacer nada.
Pero la parte buena, es ver la vida con una nueva luz, con ilusión ante el cambio, aprender de los errores, y ver la evolución personal, sentirse mejor por dentro. Sentir la vida de una forma diferente, renovada. Las relaciones son más sanas, saber que lo que hago, lo hago porque lo quiero yo, y por tanto es una mayor satisfacción. No deja de ser duro volver a los estudios, pero se porque lo hago, y se darle a cada momento su importancia, y a cada cosa su espacio.
Los abrazos son más profundos, los favores se hacen porque apetecen, y también se descubren los amigos que realmente te quieren de verdad, y los que solo te valoraban por los favores que recibían de ti.

Ya no siento que tenga que ganarme el cariño, sino que me lo dan, y lo merezco.
Doy las gracias a todos los que han aguantado mi proceso de cambio a mi lado, soportando mis días malos. Doy las gracias a los amigos por seguir a mi lado, a pesar de mi ausencia, de mi inesperado cambio. Doy las gracias a mi profesora de baile, por darme oportunidades de seguir, de mejorar, y todo el apoyo y cariño mostrado. Doy las gracias a mi familia, por soportar y perdonar mis errores, por tener fe en mi, y esperar y comprender mi proceso de evolución personal, de independencia para adquirir una autonomía como persona. Y doy las gracias a mi niño, por haber esperado paciente a mi lado, hasta que yo encontrara en momento adecuado de estar junto a él como algo más que un amigo, por haberme apoyado y consolado en tantos momentos, como amigo, y como pareja.

Estas Navidades son diferentes, soy diferente por fuera y por dentro, siento que me ven así, y me siento bien por ello. Comienza un periodo de trabajo duro para afianzar la posición que tanto me ha costado encontrar, pero también es un periodo de esperanza ilusión.

Feliz Navidad, y que vuestros deseos se cumplan en el 2011.

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