lunes, 14 de mayo de 2012

Punto y seguido

Me parece mentira.

Han pasado 3 años y casi 4 meses desde que di el paso necesario para hacer un cambio más que necesario en mi vida. Y aunque estos 3 años han sido un proceso duro, intenso y doloroso en muchos momentos, ha merecido la pena, tanto por mi crecimiento personal, como por todos aquellos que me han acompañado en el proceso, y que quedan en mi corazón para siempre.

Y aunque este proceso ha tenido un inicio, y hoy tiene su fin, el cambio sigue, pues la vida está llena de cambios, decisiones, momentos buenos y malos, y además, tengo las herramientas que necesito pues aún tengo que aprender muchas más cosas de misma.

Es curioso, porque he cambiado mucho, y a la vez sigo siendo yo, quizá ahora más que nunca. Hace 4 años ni se me hubiera pasado por la cabeza, tener los sueños que tengo ahora mismo, haber tomado las decisiones que he tomado en este tiempo, enfrentarme a los miedos a los que me he enfrentado, y en resumen, vivir y disfrutar la vida como lo hago ahora.
He descubierto lo que quiero y a quien quiero a mi lado, y aunque me entristece haberme dado cuenta de que algunos a los que llamaba amigos, se han caído en el camino, me alegra saber que los que tengo ahora, son los de verdad.
Luchar por una vida que pensaba que no tenía más que lo que había conseguido hasta el momento, y ahora tengo la sensación de que le faltan días al año para hacer todo lo que quiero hacer.

Me alegra saber que aunque, en mis momentos de mayor ceguera, pensaba que mi familia no estaba de mi lado (típico pensamiento de rabia en un momento de dolor), se que está ahí, aunque no opinen como yo, aunque no me digan lo que quiero escuchar, me dicen lo que creen que debo saber, y me apoyan en mis decisiones, que es más de lo que muchos tienen, y lo que más valor tiene.

Y por último, habiendo cambiado quizá mis prioridades, sigo luchando por lo que sueño, y por aprender a vivir, que no es poco.

domingo, 13 de mayo de 2012

Salir de la crisis en España

Vaya, si que hacía tiempo que no escribía en el blog.

Pero desde hace un par de días, no dejo de darle vueltas a determinados temas, y ver las noticias y los comentarios de amigos y conocidos no ayuda precisamente a calmarme.
Y es que lo peor de todo es ver que da igual la ideología política que tengas, ni todos los esfuerzos que hayas hecho para labrarte un futuro, si te tocan unos gobernantes que no tiene valor ni honradez, para tomar las medidas que realmente se deberían tomar. Sin duda es mucho más fácil parchear, y seguir enriqueciéndose a costa de la pobreza y esfuerzo de los demás.

He pasado bastante en mi corta vida, pero hay quien lo ha pasado y lo sigue pasando mucho peor que yo. Lo que no me puede negar nadie es que he luchado por unos sueños que, hasta hace relativamente poco, pensaba sencillos, y fáciles de alcanzar: Tener un trabajo con el que pagar mis facturas y llegar a fin de mes, en mi ciudad, donde poder compartir el tiempo libre con mis seres queridos, y poco a poco forjar mi hogar.

He tenido la gran suerte de que mis padres me han proporcionado todas las oportunidades que podían para caminar hacia ese sueño, haciendo que creciera cultural, y personalmente. Este crecimiento ha implicado un esfuerzo desde que era niña para tener todas las puertas abiertas, sobretodo a nivel laboral. Pasé por un bache de salud que me ha alejado de ese camino de trabajo en mi crecimiento académico, y ahora que siento que mi cabeza a vuelto a su sitio tras mi recuperación, y quiero volver a trabajar por mis sueños, me encuentro que no hay trabajo ni para mi ni para mis seres queridos en mi ciudad. Crece el sentimiento de aquellos que ya no les queda más remedio de tener que buscar trabajo fuera de España, de que no se van porque quieran, si no porque se les echa.
El bastante desalentador sentir que tras el esfuerzo por sacar una carrera, o buscas trabajos en los que, comparándolos con la esclavitud, habría que decir, que al menos los esclavos no tenían que pagar (con esto no quiero ofender a nadie, es una comparativa exagerada para hacer entender la precariedad de muchas ofertas de empleo actuales).

Ya de construir una casa con los ahorros, ni hablamos, por supuesto.

Y después de haber intentado transmitir la sensación de impotencia que tengo antes la actualidad que nos encontramos, me van a permitir "tratar de arreglar el mundo" con algunas ideas, que seguro tendrán disparidad de opiniones entre los que las lean, pero que es mi forma de pensar. Respeto a quienes opinen diferente, pues en la diversidad está la base y el crecimiento de la sociedad, siempre que haya respeto.

Una de las primeras ideas que se me vienen a la cabeza, es que da mucha pena ver que ya no hay políticos "por vocación", esos que luchaban por la sociedad, por el país, sin importarles las dificultades que surgieran en el camino. Y dado que a los últimos que no has gobernado y nos gobiernan, no parecen estar por la labor de hacer sacrificios, yo les propondría que se pusieran al nivel del ciudadano de a pie, para sentir lo que muchos sienten, antes de tomar decisiones que afecten a todo el país. Y para empezar a vivir esta situación, y como medida para salir del a crisis, eliminaría los privilegios tales como coches oficiales, teléfonos, viajes en primera, etc. Con respecto al sueldo, creo que sería útil establecer los sueldos según el grupo laboral (que me parece una buena clasificación). E incluso pondría a los políticos en el grupo laboral A, y que cobraran el sueldo correspondiente a dicha escala. Eso sí, cobras mientras trabajes, cuando dejes de trabajar, cobrarías el paro, hasta que volvieras a trabajar de lo que fuera, y una vez jubilado a los 65, 67, o lo que sea, cobrar la pensión correspondiente según lo trabajado, al igual que el resto de trabajadores de ese grupo o de cualquier otro. Me pregunto ¿cuanto dinero se sacaría de estas dos medidas? Lo pregunto, de verdad, no es ironía.

Otra medida, que se que es más polémica, es la idea de que en las cárceles se tiene una serie de... "comodidades" (dentro de la situación) como gimnasios, piscinas, etc. Lo siento pero no veo la cárcel como un lugar de integración, si no como un castigo para aquellos que han cometido un delito. Y como castigo, deben pagar por ello, trabajando para el país que les da de comer. Incluso impondría unos trabajos que realmente proporcionaran un beneficio a la sociedad.

Por otro lado, se que las subvenciones y becas son un bien necesario y muy útil para aquellos que pasan por problemas económicos, pues todos debemos tener oportunidades para trabajar y estudiar. Pero lo que no me parece bien es la entrega del dinero sin mayor supervisión. Y digo esto porque he visto a gente malgastar dinero de becas de estudios, o dinero de subvenciones en beneficios propios, muy alejados del fin de dicha ayuda económica. Un seguimiento de la utilización del dinero, podría evitar estafas, y entregas innecesarias de dinero a quienes no lo merecen, ni mucho menos lo necesitan.

Estos y otros muchos cambios, pasan por mi cabeza, mientras veo que las medidas que toma el gobierno, sinceramente, no hacen más que joder aún mas la situación.

 Un saludo.